Queridos hermanos todos en Jesús nuestro Señor:

Hoy celebramos en la Iglesia la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, celebración que nos invita a recordar que la cruz no ha sido solamente un instrumento de tortura y de humillación, sino también (y sobre todo) de gloria y de triunfo sobre el mal y el pecado. En efecto, en ella Jesús consumó su obra redentora, y desde ella nos recuerda también a nosotros que la cruz de cada día, justamente esa que seguramente no hemos buscado y que no podemos evitar, tiene también su lugar en el Plan de Dios sobre nuestra santificación… En lugar de mirarla como una intrusa o una enemiga, deberíamos aprender a verla como una oportunidad de compartir no sólo la ignominia, sino también la victoria de Jesús sobre el mal por la fuerza del amor que Él mismo nos regala para compartirlo con los demás…

Sabemos que nuestra querida comunidad está ahora “crucificada” de alguna manera por la forzosa ausencia de su párroco y por todas las limitaciones que ello implica para la vida parroquial… Tratemos de mirar también nosotros todo esto como una oportunidad para unirnos mucho más entre nosotros, para “apretar filas” en torno a San Miguel, y seguir proclamando con él que no hay nadie como Dios, que incluso cuando permite que la cruz pese sobre nosotros, Él está obrando grandes cosas y generando frutos de gracia que algún día nos será dado vislumbrar…

Les pido que sigan rezando por mí y por mi recuperación, que sin duda llevará su tiempo… Si no respondo prontamente a todos los mensajes recibidos es porque a veces mis fuerzas decaen un poco, y espero el momento oportuno para responder… Pero agradezco de corazón cada palabra y gesto, y aprovecho la oportunidad para bendecirlos a todos y cada uno de todo corazón!!!